¿EN QUE CONSISTE EL PROCEDIMIENTO?
¿QUÉ PASA CUANDO EL OÍDO TIENE MAL OLOR?
Tratamiento
Un enfoque tipo «esperar y ver qué sucede»
Tratamiento con antibióticos
Las infecciones del oído no son tan comunes en los adultos como en los niños, aunque pueden ser más graves. Los síntomas de las infecciones de oído en adultos deben ser monitoreados de cerca y estas deben ser diagnosticadas por un médico para evitar complicaciones.
Las infecciones son más comunes en el oído medio y el oído externo. Las infecciones del oído interno son menos frecuentes y, a veces, son un signo de otra afección subyacente. Los síntomas de las infecciones de oído en adultos varían según la ubicación y pueden incluir:
- inflamación y dolor
- sensibilidad al tacto
- cambios en la audición
- náuseas
- vómitos
- mareos
- fiebre
- dolor de cabeza
- hinchazón de la oreja
La secreción proveniente del oído es un signo de un problema más grave y un médico debe identificarlo de inmediato.
Abordaje conservador: Se suele recomendar a los pacientes que evite el uso de los bastoncillos para eliminar los tapones de cerumen. Normalmente el conducto auditivo externo produce descamación y este proceso suele expulsar la cera hacia afuera de forma espontánea. La limpieza con bastoncillos puede empujar el cerumen hacia dentro del conducto y taponarlo.
Gotas reblandecedoras de cerumen: Existe un sin número de productos ofertados para este fin, sin embargo hay diferentes opiniones de cuál es el más efectivo. Estos productos se clasifican según la base que los compone, los hechos en base de agua (como los que contienen agua oxigenada), los hechos en base oleosa (como el aceite de oliva) y otros hechos de otros compuestos como el glicerol. Aplicar estas gotas podrían ser suficientes para desbloquear el conducto y con la ayuda de la descamación de la piel ayudar a su expulsión. Sin embargo, en algunos casos empeoran los síntomas al convertir una obstrucción parcial en una obstrucción total, siendo necesario en estos casos la extracción con irrigación o aspiración
Extracción por Irrigación: Este procedimiento implica el uso de agua templada aplicada con cierta presión directa al conducto auditivo para una extracción mecánica del tapón de cerumen. Este tipo de procedimiento conlleva cierto riesgo de daño a la membrana timpánica en especial cuando se ejerce una presión excesiva y/o cuando es llevado a cabo por manos inexpertas. Está contraindicado en aquellos pacientes con historia de perforación timpánica, antecedente de cirugía otológica y supuración activa.
Extracción bajo visión microscopica: Este procedimiento para eliminar los tapones de cera usa un microscopio para magnificar y visualizar mejor el oído, de esta forma se puede extraer el cerumen de forma más segura usando un aspirador o instrumental otológico de diámetro muy pequeño. Para este fin es fundamental la colaboración del paciente el cual debe permanecer inmóvil durante el procedimiento y así disminuir el riesgo de heridas en el conducto o daño a la membrana timpánica.